La constante exposición a imágenes, retos y contenidos sobre cuerpos perfectos en las redes sociales puede tener un impacto negativo en la percepción que los usuarios tienen de sí mismos. El refuerzo de las inseguridades y el aumento de los niveles de ansiedad se convierten entonces en factores de riesgo que pueden conducir a trastornos de la conducta alimentaria.
Un estudio de la Universidad de Haifa, en Israel, realizado entre chicas de 12 a 19 años reveló una relación directa entre el tiempo que las adolescentes pasaban en redes sociales y el riesgo de sufrir trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como anorexia y bulimia. Esta investigación señaló la influencia de las redes en la percepción negativa de su cuerpo y en la creación de mayores niveles de insatisfacción con su imagen. Se llego a la declaración de que tan sólo 20 minutos en una red social son necesarios para aumentar el riesgo de sufrir TCA.
El impacto de una percepción personal negativa y la importancia de la autosugestión son dos elementos claves en la aparición de estos trastornos. En los últimos años, diferentes trabajos vienen tratando la influencia negativa de las redes sociales en usuarios con riesgo de padecer problemas psicológicos; desde trastornos alimentarios hasta aislamiento y otros síntomas de depresión.
Existen algunos retos a destacar que se viralizaron por las redes sociales y que propiciaron la aparición de trastornos de la conducta alimenticia debido a que iban enfocadas, erróneamente, a la belleza pero que realmente escondían casos que rozaban la delgadez extrema. Más tarde quedo demostrado que no eran beneficiosos para la salud pero dentro de la sociedad se siguió viendo como una meta a conseguir para lograr una mayor belleza.
(Reto de la clavícula, del ombligo y del folio A4)
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